Rincones del Half Triathlon Pamplona – Iruña (I)
Es indudable (y lógico) que los triatletas, una vez examinan el circuito de una prueba, se fijen especialmente en su desnivel. Si van a sufrir mucho o no. Y una vez en carrera, no es fácil contemplar el paisaje cuando uno está sufriendo, eso es verdad.
Por ello, desde la organización queremos descubriros algunos rincones atractivos de la prueba por donde pasaréis. Su ubicación, su encanto y su historia.
Y empezamos por una zona fácilmente reconocible del centro de la ciudad: las murallas. Cinco kilómetros de recorrido del que es uno de los complejos bélicos más interesantes y mejor conservados de España.
Declarado Monumento Nacional, los participantes cruzaréis varias veces algunos tramos de este anillo fortificado construido entre los siglos XVI y XVIII. Caminos rodeados de murallas así como del entorno natural que ofrece el Parque Runa y las Huertas de Aranzadi.
Enclave estratégico durante siglos
Para hablar de los origenes de Pamplona nos tenemos que remontar muy atrás, cuando en el 74 a. C. Pompeyo instauró su campamento. Su enclave fue el principal motivo, en una zona cercana a Francia, Aragón y La Rioja que la hacía ser la llave de las Españas.
No fue hasta la incorporación del Reyno de Navarra a la Corona de Castilla, en 1515, cuando su situación estratégica le convirtió en un puesto avanzado de la corona española ante Francia.
Desde entonces, bastiones, baluartes, portales, medias lunas y revellines dotan el conjunto amurallado de Pamplona. Y ni algunos cambios, provocados por la expansión de la ciudad, han hecho que la zona pierda su esencia, su indudable encanto.
Del recinto tanto se puede visitar la zona baja como la alta, donde encontramos dos parques de gran interés y vistosidad como son el Parque de Aranzadi y el Parque Runa. Y por algunos de sus rincones pasan los triatletas en el Half Triathlon Pamplona – Iruña.
Rincón del Caballo Blanco
De hecho, los triatletas pasan muy cerca de uno de los tesoros de este escenario, como es el Rincón del Caballo Blanco, desde donde tenemos unas impresionantes vistas sobre todo el área metropolitana situada al norte de la ciudad.
Dentro de esta zona, destaca el Mesón del Caballo Blanco, un bonito edificio de aspecto medieval (ahora usado como bar) construido en los años 60 del siglo XX.
Eso sí, sin olvidar otros puntos de interés resguardados ante las imponentes murallas, como el Rebellín de los Reyes, construído en el siglo XVIII para reforzar las defensas.
Pero no podemos cerrar este repaso sin mencionar otra joya, situada junto al Portal de Francia, por donde también pasan los participantes. En ese tramo se alza majestuoso el que antaño fuera Palacio de los Reyes de Navarra, ahora convertido en Archivo Real y General de Navarra. Un edificio donde se conserva toda la documentación procedente de las antiguas Cortes de Navarra y su Diputación, desde finales del siglo XV hasta 1836.
Así pues, todos aquellos que participéis en la próxima edición de la prueba, no dejéis de recordar toda la historia que hay en el interior de este espacio con innumerables atractivos.