Análisis del circuito: la carrera a pie
Tras haber comentado los sectores de natación y ciclismo que los triatletas os encontraréis en esta segunda edición de la prueba, pasamos a hablar del último tramo, el que os va a deparar más sorpresas y del que soñaréis durante días: la carrera a pie.
Ya hemos insistido en que los 90 kilómetros de ciclismo son generalmente llanos, en un circuito que os permitirá darle bien a los pedales y rodar muy rápido camino a Pamplona. Pero atentos, porque una vez dejéis vuestra preciada bici en la T2 de Plaza del Castillo, se ha acabado la tranquilidad.
Con las piernas inevitablemente tocadas por el esfuerzo de la natación y la bici, os enfrentaréis a una media maratón dura, con destacados desniveles que seguro os harán odiar un poco a esta entregada organización del Half Triathlon Pamplona – Iruña. Pero sufrir no significa no disfrutar del circuito, de un recorrido que os llevará por el centro neurálgico de la capital navarra.
«Es un circuito similar al del año pasado pero mejorando esos tramos de dificultad e incorporando la mítica Calle Estafeta, muy conocida y aclamada» comenta Juan Cruz, director de carrera. Así pues, la incorporación de esta famosa calle por donde transcurren los encierros de Pamplona cada verano es una de las principales novedades que ofrece la segunda edición de la carrera.
«También eliminamos la bajada del Paseo del Redín por debajo del puente, que era muy agresiva para las piernas y entramos a la vuelta de Aranzadi por el colegio El Redín» comenta Cruz. Y más allá de los cambios técnicos en el circuito, «como novedad también incorporamos dos puntos de servicios de baños en cada vuelta, que siempre son necesarios y que nunca sobran».
Como corredor local que es, Raúl Amatriain considera de «lujo» poder correr por la parte vieja de Pamplona, recorriendo parte de las murallas y pasando por una zona preciosa como es Caballo Blanco. «Hay que prestar atención a la cuesta de Santo Domingo, que más allá de su popularidad es de unos 300 metros y hará daño. En general, es un circuito duro, rompe piernas, el sector más duro de este triatlón».
De hecho, el ruidoso ambiente es uno de los puntos más aplaudidos por los participantes ya que las calles de Pamplona se llenan de aficionados que no se cansan de animar: «Creo que la mayoría de participantes deseábamos llegar a la cuesta de Santo Domingo. Muy duro sí, pero era una gozada subir la cuesta llena de público animando» destaca Amatriain.
«Estamos seguros que otra vez los ciudadanos van a llenar las calles de Pamplona» asegura Juan Cruz. «Estafeta le va a dar otro carácter y ambiente, a la vez que descongestiona la subida a Chapitela donde coincidían ciclismo y carrera a pie».
Y, una vez terminados los 21km…. La gloria, la recompensa a tan duro esfuerzo: la meta en Plaza del Castillo. ¡Lo habéis conseguido!
FJFJGG
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JDJFH
Foto: Mikel Taboada